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MINDFULNESS Y EL ENTRENAMIENTO CORPORATIVO
Por Reubén Bzr.
En los últimos años ha surgido un interés creciente por entender el concepto occidentalizado de “Mindfulness”, en su relación con las filosofías orientales, relacionadas con la meditación en su contexto Budista.
La palabra "Mindfulness" ha sido traducida al español como: Atención Plena o Presencia Mental. Para nuestros fines utilizaremos el término La Atención Plena para referirnos a ella.
La atención plena es la práctica de poner una cuidadosa atención a lo que está sucediendo en el momento presente, ya sea una visión, un sonido, un sabor, un olor, una sensación en el cuerpo, o la actividad mental que incluye las emociones y pensamientos.
Es bajo esta concepción, que el concepto empieza a introducirse en el ámbito del mundo corporativo, como una formación específica, para potenciar la actividad empresarial y el logro de resultados, en todos los niveles jerárquicos del entorno del mundo laboral moderno.
La propuesta parte de que un entrenamiento basado en una sencilla práctica puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el rendimiento y reforzar los principios institucionales de las empresas. Varias compañías modernas, se apresuran a incorporar las prácticas y conceptos de La Atención Plena, entre ellos, Google, Apple Corporation y Monsanto entre muchas otras. Jeff Weiner director de Linkedin, asevera que "la compasión" y "escuchar a los demás" – principios fundamentales de La Atención Plena – son ahora sus postulados centrales de gestión.
Iniciemos por buscar una definición adecuada para el concepto y veamos los principios de sus técnicas, algunas ideas de como aprovechar y potenciar sus beneficios y diferentes formas de aplicación dentro de las estructuras corporativas y el desempeño laboral en las empresas.
1. ¿Qué es Mindfulness?
Durante los últimos 30 años, la práctica de “Mindfulness” o Atención Plena está integrándose a la Medicina y Psicología de Occidente. Es aplicada, estudiada científicamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés y mejora el bienestar y la productividad en general.
La práctica de “Mindfulness” se origina hace más de 2500 años y constituye la esencia fundamental de las prácticas Budistas. En la concepción occidental, se ha definido como:
“Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”.
Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida, aquí y ahora, en el momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aún no ha ocurrido, nos conduce al descuido, y al aislamiento, reaccionando de manera automática y reactiva.
La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona; cuerpo, mente y espíritu. Practicando la atención plena desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y de compasión. La práctica de esta atención abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir una vida de manera plena y en el presente.
Para descubrir nuevamente nuestra capacidad de reducir y manejar el estrés, necesitamos poner en marcha nuestras habilidades innatas y utilizarlas en situaciones que superan nuestros recursos. Para esto se requiere que estemos presentes. Sólo cuando estamos en el presente podemos optimizar nuestra capacidad de:
- Recuperar el balance mente-cuerpo, que permite parar, detenerse, observar.
- Encontrar espacios de quietud, autorregulación y autocuidado.
- Responder y en vez de reaccionar ante la amplia variedad de demandas.
- Estar presentes, estar enteramente atentos en el aquí y ahora, enriqueciendo las relaciones, la conexión, la escucha y el aprendizaje a través de nuestra propia experiencia.
- Observar nuestros hábitos como generadores del estrés/sufrimiento.
- Trabajar sobre los condicionamientos y modos de pensamiento rígidos a través de una atención no reactiva.
- Reconocer claramente el estrés/los estresores.
- Ser conscientes de la interacción mente-cuerpo y su influencia en los procesos de salud/enfermedad.
- Reconocer los estilos de comunicación que obstaculizan o abren nuevas vías de dialogo.
- Desarrollar la empatía.
- Mejorar la forma en que manejamos las emociones ante situaciones complejas
La práctica de Mindfulness:
El entrenamiento de la Atención Plena implica la capacidad de darnos cuenta de lo que estamos experimentando en la mente y el cuerpo. Para poder integrar la experiencia es necesario, ante todo, darte cuenta de que algo está pasando en tu cuerpo, reconocer lo que sientes que emoción o sensación estas experimentando, observar sus diferentes aspectos, de donde viene, que lo ocasiona, que te hace recordar y a que momento de tu vida te remite y por último, la desidentificación, reconocer que tu eres más de lo que sientes, tu eres quién lo experimenta, pero no eres lo que sientes.
La calma que buscamos es una calma de la mente, es una integración en el silencio de tu mente con lo que tu cuerpo experimenta. Cuando tus pensamientos se aceleran y hacen mucho ruido, date espacio para respirar, detén lo que estás haciendo, respira normalmente y ten en cuenta que tu aliento entra y sale de tu cuerpo. Observa tus pensamientos, sentimientos y emociones. No trates de reprimirlos, no los anules, sólo reconócelos y observa, como si vieras una película, ve a donde te llevan y déjalos pasar si agarrarte a ellos, hasta que tu mente se calme y cada vez que aparezca un nuevo pensamiento obsérvalo de igual manera y deja que pase, cada vez serán menos distracciones y podrás entrar en el silencio de la Atención plena. Reconócela y descansa tu observación en esa experiencia.
Caminar.
Una gran actividad para ayudarnos a practicar la atención plena. Sin embargo, en lugar de caminar en un estado de distracción, concéntrese en los aspectos físicos y mecánicos del acto de caminar, las piernas y los pies moviéndose, el equilibrio cambiando, la respiración apoyando sus movimientos. Del mismo modo, puedes dirigir su atención consciente al mundo que le rodea. Las vistas, sonidos, olores y sensaciones de los lugares por los que caminas.
2. Mindfulness y la interacción corporativa.
El liderazgo y la Atención Plena:
La capacidad de observar y encontrar espacios de silencio, son producto de una práctica consistente y continuada de lo que describimos en párrafos anteriores. Los beneficios cotidianos que sin duda se manifiestan son muy variados y similares para todos los practicantes. Desde el punto de vista del mundo corporativo, los grandes líderes históricamente han manifestado una serie de conductas que los han llevado el éxito en su camino profesional, todos ellos comparten la capacidad de generar empatía, compasión, transformación, comunicación y humildad. Todas estas características son resultado de la práctica propuesta por la Atención Plena
Mindfulness y las Competencias Corporativas:
Reflexionar es un proceso de la mente que nos permite elegir la forma en que queremos responder a cualquier estimulo del exterior. Todos respondemos naturalmente de forma automática y normalmente la respuesta es producto de una reacción muchas veces inconsciente o involuntaria. Cuando nos entrenamos para observar y generar el silencio que propone esta práctica, despertamos un mecanismo interno y cambiamos la reacción por una reflexión. Podemos observar nuestro entorno y la naturaleza de lo que percibimos, vemos nuestras opciones y entonces producimos la respuesta que más nos conviene.
Cuando el mundo corporativo decide voltear a ver lo que estas prácticas proponen, entiende que tienen mucho por hacer y mucho por explorar. Estos simple principios que proponemos, encierran un enorme potencial de desarrollar equipo de trabajo ganadores y con mentalidad exitosa.
Las empresas requieren de colaboradores comprometidos y dispuestos a dar un paso – o varios – de los que se les exige para cumplir con su compromiso. A esto le podemos llamar proactividad y desde luego la motivación personal que nada tiene que ver con lo externo.
La propuesta de el entrenamiento de Las Atención Plena en las empresas incluye el desarrollo de colaboradores comprometidos con sus funciones y con sus equipos de trabajo. Líderes motivadores con empatía y sabiduría para sacar lo mejor de sus equipos de trabajo. Mentalidades exitosas que entienden los “por ques” y dominan los “comos”.
La capacidad de manejar los niveles de estrés que la actividad cotidiana demanda de todo mundo, es condicionante muy importante de la habilidad de trabajar y vivir de manera exitosa. El exceso de estrés con el que se vive diariamente, sin duda disminuye nuestras capacidades tanto de trabajar, como de disfrutar. La Atención ´plena parte de la premisa de que una mente en calma reduce sus niveles de estrés y facilita la realización de cualquier actividad de trabajo o placer y permita a la persona hacerlo de manera mucho más eficiente.
La atención Plena es una forma de vida, es vivir el momento presente, sin juicios y con aceptación.
La Reflexión frente a la reacción aumenta la atención y se disfruta lo que se esté haciendo “aquí y ahora”, la mente entrenada en estos sentidos escucha y entiende al otro y a uno mismo.
Mindfulness es la práctica de vivir en Atención Plena, con entrega lo que se hace, sin mayor condición que la de estar en ese momento presente, disfrutando, observando y siendo la mejor versión de uno mismo.
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